Esta historia comenzó en 2012, como una semilla que, con el paso de los años, se ha transformado en un árbol que crece cada día un poco más. Su esencia está hecha de encuentros, de almas hermosas que, guiadas por un propósito superior, convergen para dar dosis de tranquilidad a las familias, a través de la evidencia confiable.
Todo comenzó con Susi y Eli, dos psicólogas con una misión clara: acompañar a las familias en cada momento del ciclo vital. Sabían que la crianza y la maternidad son caminos de amor, pero también de dudas, miedos y desafíos. Por eso, soñaron con un espacio donde cada familia pudiera encontrar apoyo, respuestas y contención.

Lo que inició como una idea pronto se convirtió en un equipo multidisciplinario que abraza el desarrollo infantil desde una mirada integral y multisistémica.

Desde entonces, Growth ha sido un refugio para muchas familias. Hemos compartido sus alegrías, sus incertidumbres y sus aprendizajes. Hemos estado ahí en los momentos de mayor vulnerabilidad, recordándoles que no están solos. Porque creemos que la crianza no es un camino individual, sino un tejido que se fortalece con la comunidad, la ciencia y el amor.
Hoy, seguimos con la misma pasión del inicio y con la certeza de que aún hay mucho por hacer. Además de seguir acompañando a las familias, queremos expandir nuestro impacto a través de alianzas estratégicas con instituciones, empresas y entidades educativas. Buscamos generar espacios de aprendizaje, bienestar y crecimiento que no solo beneficien a los niños y sus familias, sino también a quienes trabajan por su desarrollo. Con programas de formación, capacitaciones especializadas y acompañamiento integral, queremos llevar la esencia de Growth a nuevos escenarios y seguir transformando vidas.
Esta es la historia de Growth. Y aún nos queda mucho por escribir.