Por: Lina María Trujillo - Psicóloga en formación - Intern de Growth durante el 2020
Tal vez sean muchas las veces que hemos escuchado que los primeros años de vida de los niños son fundamentales. Algunas veces nos hemos cuestionado el porqué e incluso cuando hemos buscado información al respecto podemos encontrar múltiples argumentos que lo ratifican desde diferentes puntos de vista, o por el contrario, algunos que no son tan fuertes sobre el tema.
Por este motivo el Centro sobre el Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard nos hace énfasis en tres conceptos fundamentales para el desarrollo temprano del niño.
A - Las experiencias construyen la arquitectura del cerebro
Cuando nos hablan del cerebro lo podemos imaginar o pensar de muchas maneras, pero al hablar de su arquitectura tal vez sea un poco más fácil pues nos referimos a sus diferentes estructuras con sus respectivas funciones, también a las neuronas y las conexiones que se dan entre sí formando circuitos, entre otros aspectos. Pero todo esto se construye a través de un proceso que comienza temprano en la vida del niño y continúa hasta la edad adulta. Pero, ¿cómo se da?
Podemos imaginarnos una casa en construcción. Primero se requieren los planos de la casa y en este caso, los genes son aquellos que nos van a dar estos planos. Luego necesitamos los cimientos y las experiencias son las que tienen el papel principal pues van a hacer que esta casa, o cerebro, tenga buenas bases. Las bases de nuestro cerebro se construyen a través del fortalecimiento de conexiones creando nuevos circuitos por medio del uso repetido, formando primero los más simples para luego dar paso a los circuitos más complejos.
Estas experiencias son fundamentales ya que van a formar circuitos fuertes para las
emociones, habilidades motoras, lógica, autocontrol, lenguaje y memoria durante el
periodo importante de desarrollo; haciendo que, con el uso repetido estas áreas se
vuelvan más eficientes dando la base para todo lo que se necesitará en la etapa adolescente y adulta.
B - Nuestras interacciones dan forma al cerebro.
Una de las experiencias más esenciales y que se relaciona con el vínculo entre niño y madre, padre o cuidador, es la interacción de “servir y devolver”. La manera en la que funciona es cuando los niños pequeños naturalmente buscan la interacción mediante balbuceos, palabras, expresiones faciales y gestos; los adultos responden de la misma manera con gestos y vocalización.
Esto es importante ya que se le brindan experiencias únicas al niño de acuerdo con su personalidad, contribuyendo a la conciencia de sí mismo y el crecimiento de su mente, pues por medio de la interacción con otros es que el niño puede definir quién es, en quién se puede convertir, cómo y por qué son ellos importantes para las otras personas.
C - Estrés y desarrollo
El estrés y aprender a lidiar con él es una parte importante del desarrollo. La función que cumple es poder reaccionar ante situaciones amenazantes, lidiar ante estas y aprender de ellas. Los niños necesitan de un ingrediente extra para lidiar con el estrés. En etapas tempranas se requiere del cuidado de los adultos, pues cuando el niño se enfrenta a estas situaciones y son persistentes en el tiempo, es necesario de un otro para brindarles cuidado.
El estrés causado por ciertas situaciones puede debilitar la arquitectura del cerebro en desarrollo con consecuencias a largo plazo para el aprendizaje, el comportamiento y la salud física y mental. Cuando el estrés se vuelve prolongado en el tiempo le conocemos como estrés tóxico y algunos ejemplos de ello son la negligencia, cualquier tipo de abuso o violencia, entre otras.
La mejor manera de prevenir este tipo de estrés es asegurándonos que el ambiente en el que crezca y se desarrolle el niño sea estable y acogedor; ayudarle a los niños a expresar sus emociones y como padres tener tiempo de calidad con los hijos.
En conclusión, las experiencias tempranas con el entorno, las personas y las circunstancias que rodean al niño, son determinantes para su desarrollo impactando de manera positiva o negativa en el cerebro según como se vivan estas experiencias; por tal razón, es un buen momento para reflexionar sobre nuevas formas de generar experiencias agradables a los niños que nos rodean y se encuentran en etapas tempranas del desarrollo.
Si deseas ampliar información en aspectos más específicos como el “servir y devolver” o “estrés tóxico”, te invitamos a ver los siguientes vídeos en estos enlaces.
Referencias:
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